Museo Salvador Victoria

Del 12 de marzo al 2 de julio de 2016

Comisario: Javier Martín

Textos catálogo: Javier Martín

 

“Para Joan Hernández Pijuan y Eusebio Sempere, el paisaje siempre estuvo fuertemente unido a su trayectoria artística. Durante sus primeras etapas figurativas, el pintor barcelonés realizó obras como Paisatge d’Horta de 1950; el de Onil paisajes con palmeras y en 1949 la acuarela Paisaje, con claras influencias de Paul Klee. En la década de los setenta, ya dentro de la abstracción lírica, Sempere profundiza en el tema del paisaje, castellano principalmente. También hizo referencia a tierras aragonesas, como consecuencia de sus visitas veraniegas a la población turolense de Mosqueruela, lugar de origen de Abel Martín, pintor, amigo y serigrafista de la obra gráfica de Sempere.

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Hernández Pijuan, tras dejar atrás una etapa de investigación pictórica basada en la relación espacio-objeto, en la que convirtió en imagen elementos como el huevo, las tijeras, la regla o la cinta métrica, llegó al paisaje a principios de los setenta.

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Si para Sempere los primeros años de la década de los ochenta son el fin de su carrera debido a su enfermedad y fallecimiento en 1985, para Hernández Pijuan es el arranque de una nueva etapa, tal vez la más conocida por el gran público. El pintor d Folquer en los veranos de principios de los ochenta desplazó su estudio a una de las plantas inferiores de la Gran Casa, donde ya no le era posible observar el paisaje de manera directa. Desde este nuevo emplazamiento nos habló de la memoria de un paisaje sintetizado en signos. Las mallas, los caminos, la morera, el ciprés o las nubes serán sus referentes.

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En 2005, año de su fallecimiento, pintó obras que denominó Acotacions, como una mirada atrás, volviendo a los títulos de los setenta. En los últimos óleos utilizó el color blanco como fondo, y sobre éste extendió una mancha negra, rotunda y dramática, como preagio de un final próximo”.

Javier Martín, Hernández Pijuan – Sempere. Signo y línea en el paisaje,

en catálogo del mismo nombre, Museo Salvador Victoria, 2016

Hernández Pijuan. Sin título 8, 2000. Gouache y lápiz sobre papel Japón, 15,5 x 42 cm

Eusebio Sempere. Espacio ocre, 1977. Gouache sobre tabla, 62 x 60 cm

 

Donación de Elvira Maluquer de la serie de grabados Claustre I,II,III,IV al Museo Salvador Victoria. Expuestos en la sección LA COLECCIÓN.

 

Dicha donación consiste en cuatro aguatintas sobre papel Japón contracolado sobre papel Arches, que forman la obra “Claustre”, según consta en  certificado emitido por Joan Hernández Maluquer, administrador del legado Hernández Pijuan S.L. Los grabados corresponden al número 30/35.