Piérdete por sus empinadas calles, recorrer su muralla y adentrarse en sus monumentos es como hacer un viaje al medievo. Admirarás cada rincón, sus casas de color rojizo, sus puertas y llamadores, sus diminutas ventanas con visillos de encaje o sus balcones corridos en forja y de madera tallada.

Tierra de frontera situada en el punto neurálgico del Maestrazgo sobre un Peñón Calizo a 1300 metros de altitud. Su trazado medieval te invita a callejear y a descubrir su pasado, donde Templarios, San Juanistas y Carlistas dejaron su sello en forma de edificios, historias, gastronomía, caminos y sendas.

Un pueblo de cuento en el corazón del Matarraña que ha sido coronado por su monumental castillo, conectado con la iglesia gótica de Santa María la Mayor. En la plaza Mayor, a la que se accede a través del magnífico 'puente de piedra', sobresalen la casa consistorial y varias mansiones palaciegas.

Pintoresco lugar donde el castillo juega un importante papel. El pueblo, tiene estrechas calles repletas de edificios de arquitectura popular, donde su máximo exponente es su ayuntamiento del siglo XIV. El lugar tiene un gran encanto y el paseo por sus calles es una suerte para los sentidos, y está enclavado en pleno Parque Cultural del Maestrazgo.

Preciosa población del Matarraña, a muy pocos kilómetros de la frontera catalana. Desde su Plaza Mayor, con su ayuntamiento renacentista del año 1609, se van tejiendo los recorridos para visitar el pueblo, a través de sus preciosas calles, y en donde vemos casas solariegas en piedra decoradas con balcones de forja, iglesias o plazas como la de Los Artistas.

Adentrarse en su recinto amurallado a través del Portal de Las Monjas es como zambullirse de golpe en un ambiente de otra época. Su casco histórico, uno de los más bellos de Aragón, fue merecedor del Premio Europa Nostra a la conservación. Se trata de un conjunto medieval que perteneció a la Orden Militar de San Juan y conserva perfectamente su perímetro amurallado.